domingo, 15 de mayo de 2016

MITOS SOBRE EL SOFTWARE LIBRE

Durante años he oído diferentes características y cuestiones relacionadas con el software libre que a lo largo del Máster se han ido cayendo por su propio peso, estos mitos, tienen un objetivo muy claro (incluso me atrevería a decir que se desde donde pueden provenir) que es desprestigiar al software libre, introducir miedo en los usuarios e incluso darle una componente negativa a las personas/empresas que apuestan por el software libre.
Algunos de los mitos que he podido encontrar son:
El software libre es gratuito:
Es una característica falsa en todos los aspectos, si tenemos en cuenta el coste de distribución, el software libre no tiene porque ser gratuito, aunque si existen muchos programas libres que se pueden obtener mediante un coste casi inapreciable (el coste de la conexión a Internet o el de un CD), esto no es inherente al software libre. De este modo también se pueden encontrar muchos programas privativos sin coste.

El coste del software privativo es mayor que del FLOSS debido al coste del proceso de desarrollo:
El coste del proceso de desarrollo del software libre es, en la mayoría de los casos, equivalente en horas/recursos al del software privativo (no creo que el software libre se cree a si mismo) sin embargo se reducen estos costes por diferentes motivos, el más importante es que todo el mundo puede contribuir al desarrollo (tanto compañías como voluntarios), lo que hace que los costes sean compartidos o incluso que sea gente que pos su interés o voluntad decidan aportar en el proceso de desarrollo del producto. Esto no hace menos valioso al software libre, sino más sencillo de producir (aunque desde mi punto de vista más complicado de gestionar).

 No se puede ganar dinero con el software libre:
Como he puesto en otro post, existen una variedad de modelos de negocio entorno al software libre, lo que abre un abanico de posibilidades en cuanto a la creación de trabajo entorno a este software. No hay que centrarse en la idea de que el software solo tiene valor como producto final, sino en la posibilidad de obtener beneficios a través de servicios añadidos al software. Esta idea hace que no tenga tanta importancia el coste de desarrollo del software o el valor económico que tenga el producto final, sino la posibilidad de aportar otros servicios adicionales al software que aporten beneficios económicos, como puede ser formación, consultoría, especialización, etc. En este sentido el software libre proporciona un escenario perfecto, ya que pone a disposición de todo el mundo el mismo tablero de juego, y son los servicios o características que se aportan a este lo que hace que pueda ser un mercado fructífero.
Desde mi punto de vista, desde hace un tiempo el software libre tiene un hueco en el mercado, y ha sido capaz de competir, de igual a igual, contra grandes desarrollos de software privativos e incluso ganarles, con muchos elementos en contra. El software libre tiene un trasfondo social muy grande, ya que permite el acceso a todo el mundo y la participación de todos, lo que propicia entornos en los que se comparten gastos, ideas y esfuerzos, y produce un efecto especialmente productivo cuando el proyecto cuenta con un gran numero de personas involucradas. Por tanto no solo permite hacer software con calidades altas, sino que también proporciona un buen escenario para crear nuevos elementos dentro de las cadenas de valor de los mercados, que además de proporcionar beneficios ayudan a la innovación dentro del mundo de las tecnologías.

En un mundo como el que vivimos ahora, con grandes adversidades económicas, el software libre puede proporcionar un elemento disruptor a la hora de permitir abrir nuevos mercados (obviamente también a la hora de contribuir a reducir costes por parte de muchas empresas y organismos), permitiendo eliminar ciertas barreras y unificando esfuerzos con el objetivo de proporcionar un bien común. Y luego que cada uno lo explote de la forma que le resulte más productiva.

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